1 ene 2011

¡Año nuevo... la vida sigue!

Ya que no escribí el último día del año (mala cabeza), quería escribir en este primer día. La verdad no sé sobre qué escribir, estoy cansado y no tengo muchas ganas de pensar. Pero el título es importante, tengo que aclararlo un poco.

La expresión “la vida sigue” se suele usar cuando perdemos a alguien cercano, o para infundir ánimos tras una ruptura, o... no sé, se suele asociar a momentos negativos. Pero no lo quiero dar a entender así. Con “la vida sigue”, quiero decir que continúan las mismas preocupaciones con los estudios, continúan los felices días que no quieres que acaben (como el día de hoy), continúan las tristezas, las alegrías, las idas y venidas, las discusiones, las reconciliaciones, el trabajo, las leyes anti-tabaco, el cine, el teatro, la literatura... Todo sigue, el tiempo no se detiene.

Mi año no ha sido perfecto, ha acabado muy bien, pero no ha sido perfecto. La verdad no tengo muchos recuerdos exactos, tengo flashes, momentos confusos, sonrisas, lágrimas, borracheras (alguna que otra), cansancio, agobio, excitación... Pero lo dicho, lo que importa no es como empiece, ni siquiera es el proceso en sí, sino cómo acaba. Y mi año ha acabado muy bien.

Mi Nochevieja... para qué vamos a engañarnos, no ha sido perfecta, pero tampoco ha sido un completo desastre. Como toda Nochevieja, es más, como todo viernes noche, ha tenido sus altibajos. Y eso me gusta. Me gusta que un día no sea lineal, no sea monótono. Me gustan las situaciones que se pueden recordar, las que, aunque sean malas, al cabo de un tiempo las cuentas a tus amigos y te ríes de ellas. Me gusta la vida, me gusta vivir. Me gusta estar en una calle repleta de gente y observar el ambiente que me rodea. Los actos que la gente, con o sin alcohol de por medio, realiza. A veces es interesante, a veces, puedes llegar a troncharte de risa.

“En fin… así es la vida.”

Hoy también te quiero dar las gracias. Por confiar en mí, por estar a mi lado, por hacerme feliz, porque aunque a veces reventemos el uno con el otro, todo sigue adelante, por apoyarme con las cosas que me gustan, por hacer todo lo que haces por mí, porque sí, porque te quiero, porque 2+2 son 4 y porque el galgo corre más que el mastín…

Te quiero, nunca lo olvides.

2 comentarios:

  1. Las buenas noches están llenos de recuerdos de todo tipo. Desde el chico que lloriquea por la chica, pasando por aquel que ha bebido demasiado, pasando por el raye de media noche o la busqueda de bolsa de pelotazos.

    Yo tengo buenos recuerdos de muchas noches, y aún rememoro las noches con los niños del neruda.

    Un abrazo.

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    besos

    Catherine

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