13 nov 2011

Tierra trágame

Quizás el título de la entrada del otro día no me vendría mal ahora. Quiero ser invisible. Dios que... ¡sensación más mala! Segundos que se convierten en minutos y minutos en horas. No me arrepiento de lo que siento, quizás sí del momento. Ya llegarán respuestas... Pueblo de Verona, ¿soy el Rey de los necios?

Y estamos bien... (8)

:)

Hablemos de ruina y espina, 
hablemos de polvo y herida. 
De mi miedo a las alturas, 
lo que quieras, pero hablemos. 
 De todo menos del tiempo, 
que se escapa entre los dedos.

Hablemos para no oirnos, 
bebamos para no vernos. 
Hablando pasan los días, 
que nos quedan para irnos, 
yo al bucle de tu olvido, 
tú al redil de mis instintos. 

Maldita dulzura la tuya. 
Maldita dulzura la tuya. 
Maldita dulzura la tuya. 

Me hablas de ruina y espina, 
te clavas el polvo en la herida, 
me culpas de las alturas, 
que ves desde tus zapatos. 
No quieres hablar del tiempo, 
aunque esté de nuestro lado. 

Y hablas para no oirme, 
y bebes para no verme. 
Y yo callo y río y bebo, 
no doy tregua ni consuelo 
y no es por maldad lo juro, 
es que me divierte el juego. 

Maldita dulzura la mía. 
Maldita dulzura la mía. 
Maldita dulzura la mía. 

Maldita dulzura la nuestra...

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