2 nov 2011

Sin título. Sí, sin título.

No voy a hablar del momento en el que tomé la foto. Ahora y desde hace casi 8 meses o incluso ¿más de dos años? me es indiferente, ni me duele, ni me alegra, ni nada, simplemente me da igual. Está ahí.

Sí quiero hablar un poco de lo que me transmite. Seguro que cuando lleve 4 líneas habré cambiado de tema. Así soy yo, no paro quieto dos segundos.

La luz, la luz es lo que más me gusta. Está hecha con una cámara digital compacta, no tiene nada de especial, no es inspiradora. Pero sí embauca. Ojalá tuviera más calidad para poder observar perfectamente los ojos de ese animal que a orillas del muelle del río Tinto (Huelva) en un plácido atardecer, esperaba a que la gente pasara. Siempre me ha gustado esta foto, desde el momento en que la hice. Fue un momento y si no llego a estar atento ni lo veo. Aunque parezca que no, estaba camuflado, inmóvil. La vegetación le serviría de reconfortante descanso. Está lejos de poder estar con una familia, no es su hábitat. Seguramente, estaría abandonado.

Pero a él no le importaba estar alli, viendo a la gente pasar. A mí tampoco me importaba, nadie intentó asustarlo (que recuerde) y no sé si al marcharme estaba aún allí... Ya cambio de tema, es que me sale solo:

A propósito: sigo estando muy feliz y cada día que pasa lo estoy más. Ilusionado por todo, pensando que no hay límite en el cielo capaz de pararme. Espero que cuando llegue el límite haya un colchón para frenarme. No sé si será su mirada, el gesto de su rostro, sus manos o su sonrisa, pero me hace muy feliz, me hace sentir cómodo. Sí, de verdad, me siento como un niño cuando ve la nieve por primera vez, o va a un parque de atracciones y se encuentra con sus personajes favoritos. Feliz, sin nada ni nadie que pueda impedirlo ni sacarle de su ensimismamiento.

¿Son eso unas mariposillas en mi estómago? Sí, creo que sí...

Pero sigo con los pies en la tierra, embalentonarme y correr sé que no me aportará ningún bien. ¿Por qué no disfrutar de esto? Aunque se avance, aunque dé grandes zancadas... ¿por qué no disfrutarlo? Si es lo más bonito, conocer a la persona. No sé si lo estaré haciendo bien (desde mi persona), no sé si se sentirá cómoda, lo que piensa, ni nada, pero lo estoy haciendo conforme lo voy sintiendo. Creo que es justo... pero quizás es solo mi pensamiento. Si hago algo mal, seguro que me frenan los pies. Al menos, espero que lo hagan ojú... jejeje.

Nada más, acabo el día con un buen sabor de boca, últimamente siempre es así. Pronto hablaré del sábado, que hay muuuuucho de qué hablar.


Me jugaría la boca por morder tus labios...

4 comentarios:

  1. ¡Qué feliz me hace verte feliz! (Por fin) Eres grande, y lo sabes. Y todo sufrimiento tiene su recompensa, ya verás.

    ¿Lo malo? Que dejaré de ser el gnomo de Amélie para convertirme en la vaca de Maureen.

    Un abrazo grande ;)

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Elsie. Se agradece. Tú también eres grande... llevaste a Maureen más allá de la luna. La acompañaste en todo momento e incluso... bueno, me reservo el resto de frase, ya te lo diré...

    G R A C I A S! ;)

    ResponderEliminar
  3. Estaré esperando con impaciencia a que te salga todo tan bien como quisieras este sábado :)

    ResponderEliminar
  4. No, Saara jejeje. Lo del sábado fue el pasado. Pero tendré que escribirlo pronto. Pero gracias! :)

    ResponderEliminar