22 feb 2012

El vaso siempre está medio lleno...

Un vaso vacío es como una casa sin muebles. No sirve para nada. Recuerdo cuando hace 3 años terminé el instituto y sin mucha ilusión comencé a estudiar traducción e interpretación en Córdoba. Aunque me gustaba, o eso pensaba hasta que comencé, nunca tuve mucha ilusión por ello. Se me dan bien los idiomas, me gustan, pero tanto como para ser traductor... aish... ¡cómo que no!

Me quedé el primero en la lista para entrar en Sevilla (gran putada), si tenía pocas ilusiones, aquello hizo que se jodieran ya del todo. Y aparte aquellos problemas amorosos varios que no vienen a cuento y que muchos ya sabréis. Lo dejé, no sabía lo que hacía. Después de haber luchado tanto en el instituto, después de haber ido a curso por año... ¿cómo no pensé en lo que de verdad quería?

Sí lo sabía, pero no tenía cojones de hacerlo. Quería venir a Madrid, a estudiar arte dramático y que se jodiera el mundo si perdía a una ovejita más. Eso era lo que de verdad me llenaba, lo que realmente quería y aun quiero hacer.

Llegó Sevilla y con ello informática, que a día de hoy, me encanta (de pequeño era otro de mis objetivos aunque no lo veía factible). Me fue mal, otra vez, más de los mismos problemas de aquellos pero esta vez no me rendí. Sabía que me había gustado, sabía que me gustaba y que sí, podría dedicarme a eso. Me iba a costar pero lo quería... y aun quiero, conseguir. Tras dos años (ya era hora), maduré un poco más. Podía separarme de la mia mamma y del mio papa. Tenía los cojones suficientes como para venir a Madrid. Suerte que encontré Starlight, sino... me estaría muriendo de asco (quién sabe).

En cuanto de verdad decidí que me venía... dios, el vaso comenzó a llenarse. Podía hacer esto, lo otro, quería ir a este sitio, al otro, ¡mira aquello! Es genial... lo que siempre había querido aunque con el pequeño matiz de estar estudiando informática. Me va bien, por si alguien se lo pregunta... u.U


No dejo de llenar el vaso y aunque pequeños días de este último mes hayan querido romperlo y esparcir todo el contenido por la mesa para luego dejarlo secarse al sol, me sigo sintiendo la persona más afortunada y feliz del mundo. Haciendo lo que quiere, con unas personas que lo apoyan a muerte y queriendo hacer cada día algo distinto. Los que me conocéis de siempre... ¡yo no era así! Si había que hacer algo lo hacía, pero no por ilusión o por vocación. Me encanta "mi nuevo yo", que lucha e intenta vivir el momento como si fuera el último.

Gracias a todas las personitas que hacen cada día que mi sueño se haga realidad. Gracias a las personitas que día a día me miman y me ayudan a seguir luchando y me ayudan a ser muy feliz. Gracias.

1 comentario:

  1. Eso es todo! y que así siga siendo siempre, actitud positiva ante todo

    :D

    Saludos!

    ResponderEliminar