5 feb 2012

Un tango para recordar

Las buenas personas siempre se van pronto. Mi abuelo era una de ellas. 93 años son muy pocos para una persona con esas ganas de vivir, con esas ganas de sonreir y con esas ganas de ser siempre joven. Parece mentira que hace poco te escribiera dedicándote una entrada y a día de hoy lo haga de nuevo. No está bien poner esto en público, son cosas personales y lo sé, pero hoy necesito escribir y soltar muchas cosas.

Me maldigo por mis momentos rebeldes en los que ir al pueblo no molaba. Me maldigo porque no he disfrutado quizás todo lo que podría disfrutar de mis abuelos. De esas personas que tanto nos quieren y nos miman. Tú siempre me cantabas algo, cualquier tango, cualquier copla. Y a mí me encantaba escucharte. Pensaba que mis ganas de música quizás por una forma u otra, han salido de ti, me las has legado tú y estoy orgulloso de ello. El más guapo del pueblo dice mi abuela que era. Y el mejor jugador de fútbol, por supuesto. El más guapo de la banda de música


Pero por otra parte no me maldigo, porque como me han dicho hace poco: me queda un buen recuerdo y eso es lo que importa. Recordaré y rememoraré siempre cuando me montaste en el burro, es que no me lo quito de la cabeza. Yo tan pequeño y tan miedica. No soy hombre de campo, lo reconozco, pero siempre te he admirado por esas ganas de trabajar y de como ya he dicho... vivir. A las 10:00 de la mañana ya lo tenías hecho todo. ¡¡Claro!! Te habías levantado a las 5:00 ¿en? Jeje.

Recuerdo las mañanas de feria los churritos que siempre traías para que los disfrutáramos. Y mi abuela insistía en que nos lo comiéramos todos, que estábamos muy delgados. Los cromos de la liga pegados en aquel armario de la habitación. Me encantaba desconchar las paredes (ya sé que está mal, pero era un vicio). Comer la carrillera con patatas de mi abuela... eso sí que era un lujo. Espero seguir haciéndolo, la verdad sea dicha. Siempre me ha gustado Bollullos del Condado, siempre me ha transmitido una paz y una alegría que son inusuales.

Creo que hoy no puedo seguir escribiendo... escuchemos algo y que esta semana acabe.

Antes de nada, solo quiero agradecerle a la pequeña saltamontes lo que ha hecho por mí esta semana. Que lleva 10.000 cosas adelante y encima me ha tenido que aguantar a mí. De ti también estoy orgulloso que lo sepas, espero que no te moleste nada de esto, preciosa. Gracias, de corazón

Ahora sí... un tango, por mi abuelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario